jueves, 20 de agosto de 2009

Editorial 14

Posta del día.

"Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños.
De examinar con atención la vida real,
de confrontar nuestra observación con nuestros sueños,
y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía."

Lenin, seudónimo de Vladímir Ilich Uliánov.


Traer una cita de Lenin a un programa radial de una iglesia,
puede parecer una osadía…
pero no para este programa de la Iglesia Metodista
de la calle Belgrano al 300 de Bahía Blanca
que apuesta a que entre todos, Pensemos juntos la vida.

Es que soñar es una instancia cierta y motivadora
de la vida humana.
Sin ese apronte de visualizar lo que puede ser la vida,
la existencia se transforma en un aburrido subsistir.

Una murga uruguaya, Agarrate Catalina,
en su presentación del 2005
tomó como tema central Los Sueños.
Para ellos, los sueños son los que se “escapan del reloj”,
De la mecánica del tiempo ajustado,
y que como “Mágicas luces brillan en el corazón”
para invitar a la fiesta a “los que lloran”,
a “los que aprenden a callar”,
para que “Suelten como pájaros de fuego blanco,
las campanas de la libertad” de manera que
“Ruge en el teatro de los pobres/La profunda voz de la igualdad”

También cantan:
“Allí están los sueños imposibles/
Que envejecen de esperar/
Que al fin los vaya a soñar”

Y tiene razón la murga:

Los sueños están allí para que los soñemos.
Pero también para que los hagamos realidad.

Tenemos innumerables pruebas a nuestro alcance de que esto debe ser así:


Hoy, muchas personas somos beneficiarias de los sueños
de aquellos y aquellas que soñaron con el ejercicio de la libertad,
con leyes que impusieran las ocho horas laborales,
con francos semanales.

Que soñaron con sistemas de salud que alcancen a todos y todas.
Que se implantara la educación primaria obligatoria
y ahora también la secundaria.
Que se habilitara la Universidad para la mayoría
y no sólo para un pequeño sector de la ciudadanía.

Sin que los sueños se afincaran en la vida real,
en las necesidades humanas,
aún viviríamos en la opresión
o en la denigración laboral, sin el derecho al esparcimiento.

Por supuesto que queda mucho por hacer.
Es claro que todavía no hemos podido erradicar definitivamente
la esclavitud y el analfabetismo,
porque el mal vuelve una y mil veces para intentar someternos.

Pero también están los que regresan
de confrontar sus sueños con la realidad,
e intentan llevarlos a cabo,
arremangándose para luchar por un mundo cada vez mejor.
¿Quiénes?
¡Los hombres y las mujeres que no dejan de soñar!

Y siempre hay para soñar, como dice Agarrate Catalina.

Soñar también, como nos muestra la historia de personas
como Martin Luther King,
Que en aquel discurso de la histórica marcha sobre Washington,
el 28 de agosto de 1963,
pronunció ese impactante “Yo tengo sueños”
y entre otras cosas dijo:
“¡Hoy tengo un sueño!”
“Sueño que algún día los valles serán cumbres,
y las colinas y montañas serán llanos,
los sitios más escarpados serán nivelados
y los torcidos serán enderezados,
y la gloria de Dios será revelada,
y se unirá todo el género humano”


Si bien él logro la igualdad entre negros y blancos en muchos aspectos, y gracias a ello hoy Obama es Presidente de EEUU,
todavía está para cumplirse aquello de que:
“la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano”.

Este es un sueño que no hay que dejarlo envejecer,
que debe ser soñado por vos y por mí.
Arremangándonos para que sea realidad,
incluso en medio de grandes dificultades.

Sueño que debe ser concretado antes de que se convierta en pesadilla.

Y para quienes seguimos a Jesús el mensaje es claro,
ya que Él es un verdadero productor de sueños
que llama a los que están en el camino y en las calles
al banquete de la vida.
Apela a todos y todas a que vivan en la verdad,
en la libertad, en la vida con sentido.

En medio de una sociedad impregnada por lo material
Por lo inmediato,
Por el sálvese quien pueda…
Hoy te proponemos soñar…
Y concretar tus sueños

Y aceptar este desafío
de que entre todos…

Pensemos juntos la vida


Anibal Sicardi

Corrección Rubén Ash

20 de agosto de 2009

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