Iglesia Evangélica Metodista Central
Belgrano 355 – Bahía Blanca
Tel. (0291) 452-6309
QUIEN QUIERA OIR QUE OIGA – Litto Nebbia
COMENTARIOS Y PREGUNTAS
ü El museo sirve para recordar. ¿Y para qué sirve recordar?
ü ¿Qué sucede cuando se trata de matar la memoria, quemar las ideas?
ü Hoy recibí una invitación para participar de un taller de mujeres sobre el tema “Mentiras, engaños y otras yerbas”. Hay que llevar una foto que recuerde algún secreto o mentira familiar. Es frecuente que uno trate de matar recuerdos porque son tristes, o difíciles. ¿Es saludable esta actitud?
ü “Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia”. ¿Hay varias historias? ¿Esto nos habla de la complejidad de la historia?
ü En la vida personal ¿también se pueden escribir distintas historias sobre los mismos sucesos?
ü La frase “Quien quiera oír que oiga” ¿es una frase dicha por Jesús?
ü La estructura musical de la canción hace que pueda cantarse una y otra vez. ¿Será una manera de reafirmar eso de que “cuando no recordamos lo que nos pasa, nos puede suceder la misma cosa”?
BAHIA BLANCA, 27 de agosto de 2009
PENSEMOS JUNTOS LA VIDA
Programa de radio de la
IGLESIA EVANGELICA METODISTA CENTRAL
FM de la Calle - 88.1www.radioiema.blogspot.com
viernes, 28 de agosto de 2009
Letra: Quien Quiera Oír que Oiga
Interprete: Litto Nebbia (del CD “Evita” – 1984)
Cuando no recordamos lo que nos pasa,
nos puede suceder la misma cosa.
Son esas mismas cosas que nos marginan,
nos matan la memoria, nos queman las ideas,
nos quitan las palabras...
Si la historia la escriben los que ganan,
eso quiere decir que hay otra historia:
la verdadera historia, quien quiera oír que oiga.
Nos queman las palabras, nos silencian,
y la voz de la gente se oirá siempre.
Inútil es matar, la muerte prueba
que la vida existe...
Cuando no recordamos lo que nos pasa,
nos puede suceder la misma cosa.
Son esas mismas cosas que nos marginan,
nos matan la memoria, nos queman las ideas,
nos quitan las palabras...
Si la historia la escriben los que ganan,
eso quiere decir que hay otra historia:
la verdadera historia, quien quiera oír que oiga.
Nos queman las palabras, nos silencian,
y la voz de la gente se oirá siempre.
Inútil es matar, la muerte prueba
que la vida existe...
Etiquetas:
Música,
Quien quiera oír que Oiga
jueves, 27 de agosto de 2009
Editorial 15
Posta del Día:
El tiempo de un museo siempre es el presente.
Y para entender la complejidad del presente hay que favorecer una percepción también compleja del pasado”
Afirmación de Sergio Raimondi, poeta, bahiense, Director del Museo del Puerto, de Ingeniero White.
La historia viviente.
La Ñ es una discutida letra del abecedario, pero también es el nombre de una muy buena revista cultural editada por el Diario El Clarín.
Sale los sábados. Cuesta sólo un peso con cincuenta. No necesita comprar el diario.
En su última edición, la del sábado 22 de agosto, se publicó un suplemento sobre Ingeniero White
“Intrusos en el puerto” es la nota firmada por Agustín Scarpelli con fotos de Daniel Rodríguez.
La descripción del actual puerto whitense se inserta en la historia del pasado vista desde la óptica de las luchas obreras.
Con justicia se rescata el rol del anarquismo.
Del actual director del Museo del Puerto, el poeta Sergio Raimondi, se cita su opinión sobre el significado del Museo, que utilizamos hoy como la posta del día de nuestro programa “Pensemos Juntos la Vida”
Raimondi sostiene que la mirada de “la complejidad del presente”
hay que favorecerla con “una percepción también compleja del pasado”
Así que un museo es siempre presente y no una mera colección de cosas antiguas.
En esa muestra de la historia del Puerto de White hay una antigua cocina a leña.
Se celebra el significado del comer. Todo un rito para el ser humano argentino imbuido de sus ancestros inmigrantes.
Cada domingo una comunidad, de distinto origen nacional, inunda el comedor del Museo con sus aromas de diversos gustos alimenticios acompañados con las notas de sus músicas y las danzas de sus bailes.
La historia de hoy, engarzada en el pasado, mediante la presencia de sus actores y actrices, las personas.
El rescate de la diversidad de la vida en el momento de la comida,
porque, como dice el autor de la nota, Agustín Scarpelli,
“hablar de comida es hablar de mercado”
Es notable encontrarnos con esta publicación a pocos días de iniciarse setiembre, considerado el Mes de la Biblia,
porque el denominado Libro de los Libros habla de la historia y no de otra cosa.
Es habitual creer que allí, en la Biblia, se discute si Dios existe o no,
si creó el mundo en siete días y que por lo tanto se polemiza sobre la evolución proclamada por Darwin;
que en sus páginas se promueven los milagros que no le hacen caso a las leyes del universo
o se proclaman enredadas doctrinas como la de la Trinidad.
No.
No hay tal cosa.
Hay una historia.
Está la del pueblo de Israel iniciada en el legendario Abraham.
La liberación de la esclavitud en Egipto.
El caminar por el desierto.
La apropiación de una tierra donde se concreta Israel como pueblo.
Luego, su devenir histórico.
Un extraordinario libro poético: los Salmos.
Apreciaciones de la sabiduría, como Proverbios y Eclesiastés.
Interpretaciones del andar histórico de Israel en los libros de los profetas,
que son una especie de analistas políticos y no adivinos del futuro.
Claro, en todo ese contar historias, se habla,
se repite una y otra vez,
cómo Dios acompaña a ese pueblo.
Más,
cómo Dios se introduce en esa historia por medio de los hombres y de las mujeres, porque Dios es un atento escucha de los clamores humanos
y un activo participante en esa historia.
Luego viene la aparición de Jesús.
Si, ya sabemos que se pronunciaron muchas palabras y llenado muchas páginas para demostrar o no la forma que nació.
Discusión que oscurece el significo profundo de que Dios aparece como hombre en la historia de la humanidad.
Se deja de lado el como lo llaman: Emmanuel, Dios con nosotros.
Lo de Jesús es una historia,
una historia que cambia la historia.
No es casual que el calendario histórico de occidente se divida en un Antes y un Después de Cristo.
Es que no se puede leer la historia desde ese hecho, el de Jesucristo, sin tener en cuenta la influencia del cristianismo.
Si,
sabemos y lamentamos la asociación de la Iglesia con el Imperio Romano,
las luchas fratricidas,
las Cruzadas,
la guerra entre católicos romanos y protestantes
luego de la Reforma de Martín Lutero,
lo de Sudáfrica,
el triste rol de la iglesia en América Latina, Caribe y también en otros continentes.
No somos productos del repollo, ni de la cigüeña.
Vivimos en este mundo.
Por eso es que también rescatamos todos los aportes que hizo el cristianismo en la vida de esos dos siglos y la yapa.
Y los que hace hoy, mal que le pese a algunas autoridades eclesiásticas.
No se puede leer la historia sin tener en cuenta la del cristianismo.
Es más,
no se puede pasar de largo la existencia humana
sin enfrentarse con ese desafío de Jesús,
de ser parte de nuestra vida personal,
de introducirse en la vida de cada humano
para construir una historia con sentido.
Con discernimiento.
Con libertad.
Con pasión.
Esa historia de la Biblia
y especialmente la historia de Jesús,
tiene asombrosas conexiones interpretativas con las del Museo de White.
Allí está la cocina a leña, símbolo de la importancia de la comida.
Dominicalmente se degusta sabores de distintas comidas.
El comer, como el rito que nos introduce en la historia humana
que es una red de múltiples puntas.
Recordemos que una de las celebraciones importantes de la iglesia cristiana
es una comida.
Comer el pan y tomar el vino.
Se lo conoce como la Eucaristía,
un término técnico, medio abstracto.
También con una expresión más humana:
la Cena,
o la conmemoración de la Última Cena.
En la Iglesia Metodista la celebramos domingo a domingo
comiendo un trozo de pan y bebiendo la copa de vino.
Los dos elementos están presentes
y comen y beben todos y todas.
Sin exclusión,
porque la historia que representa ese acto es la historia de todos y todas.
Celebramos que en el Museo de White se explaye esa forma de ver la historia
porque la Iglesia Metodista de la calle Belgrano al 300,
en Bahía Blanca
no es una Iglesia museo de cosas antiguas sin sentido,
sino una Iglesia de viviente historia del presente
con recuerdos del complicado pasado para iluminar las complejidades de hoy.
Por eso es que te invitamos
a que Pensemos Juntos la Vida.
Anibal Sicardi
Corrección: Rubén Ash
27 de agosto de 2009
El tiempo de un museo siempre es el presente.
Y para entender la complejidad del presente hay que favorecer una percepción también compleja del pasado”
Afirmación de Sergio Raimondi, poeta, bahiense, Director del Museo del Puerto, de Ingeniero White.
La historia viviente.
La Ñ es una discutida letra del abecedario, pero también es el nombre de una muy buena revista cultural editada por el Diario El Clarín.
Sale los sábados. Cuesta sólo un peso con cincuenta. No necesita comprar el diario.
En su última edición, la del sábado 22 de agosto, se publicó un suplemento sobre Ingeniero White
“Intrusos en el puerto” es la nota firmada por Agustín Scarpelli con fotos de Daniel Rodríguez.
La descripción del actual puerto whitense se inserta en la historia del pasado vista desde la óptica de las luchas obreras.
Con justicia se rescata el rol del anarquismo.
Del actual director del Museo del Puerto, el poeta Sergio Raimondi, se cita su opinión sobre el significado del Museo, que utilizamos hoy como la posta del día de nuestro programa “Pensemos Juntos la Vida”
Raimondi sostiene que la mirada de “la complejidad del presente”
hay que favorecerla con “una percepción también compleja del pasado”
Así que un museo es siempre presente y no una mera colección de cosas antiguas.
En esa muestra de la historia del Puerto de White hay una antigua cocina a leña.
Se celebra el significado del comer. Todo un rito para el ser humano argentino imbuido de sus ancestros inmigrantes.
Cada domingo una comunidad, de distinto origen nacional, inunda el comedor del Museo con sus aromas de diversos gustos alimenticios acompañados con las notas de sus músicas y las danzas de sus bailes.
La historia de hoy, engarzada en el pasado, mediante la presencia de sus actores y actrices, las personas.
El rescate de la diversidad de la vida en el momento de la comida,
porque, como dice el autor de la nota, Agustín Scarpelli,
“hablar de comida es hablar de mercado”
Es notable encontrarnos con esta publicación a pocos días de iniciarse setiembre, considerado el Mes de la Biblia,
porque el denominado Libro de los Libros habla de la historia y no de otra cosa.
Es habitual creer que allí, en la Biblia, se discute si Dios existe o no,
si creó el mundo en siete días y que por lo tanto se polemiza sobre la evolución proclamada por Darwin;
que en sus páginas se promueven los milagros que no le hacen caso a las leyes del universo
o se proclaman enredadas doctrinas como la de la Trinidad.
No.
No hay tal cosa.
Hay una historia.
Está la del pueblo de Israel iniciada en el legendario Abraham.
La liberación de la esclavitud en Egipto.
El caminar por el desierto.
La apropiación de una tierra donde se concreta Israel como pueblo.
Luego, su devenir histórico.
Un extraordinario libro poético: los Salmos.
Apreciaciones de la sabiduría, como Proverbios y Eclesiastés.
Interpretaciones del andar histórico de Israel en los libros de los profetas,
que son una especie de analistas políticos y no adivinos del futuro.
Claro, en todo ese contar historias, se habla,
se repite una y otra vez,
cómo Dios acompaña a ese pueblo.
Más,
cómo Dios se introduce en esa historia por medio de los hombres y de las mujeres, porque Dios es un atento escucha de los clamores humanos
y un activo participante en esa historia.
Luego viene la aparición de Jesús.
Si, ya sabemos que se pronunciaron muchas palabras y llenado muchas páginas para demostrar o no la forma que nació.
Discusión que oscurece el significo profundo de que Dios aparece como hombre en la historia de la humanidad.
Se deja de lado el como lo llaman: Emmanuel, Dios con nosotros.
Lo de Jesús es una historia,
una historia que cambia la historia.
No es casual que el calendario histórico de occidente se divida en un Antes y un Después de Cristo.
Es que no se puede leer la historia desde ese hecho, el de Jesucristo, sin tener en cuenta la influencia del cristianismo.
Si,
sabemos y lamentamos la asociación de la Iglesia con el Imperio Romano,
las luchas fratricidas,
las Cruzadas,
la guerra entre católicos romanos y protestantes
luego de la Reforma de Martín Lutero,
lo de Sudáfrica,
el triste rol de la iglesia en América Latina, Caribe y también en otros continentes.
No somos productos del repollo, ni de la cigüeña.
Vivimos en este mundo.
Por eso es que también rescatamos todos los aportes que hizo el cristianismo en la vida de esos dos siglos y la yapa.
Y los que hace hoy, mal que le pese a algunas autoridades eclesiásticas.
No se puede leer la historia sin tener en cuenta la del cristianismo.
Es más,
no se puede pasar de largo la existencia humana
sin enfrentarse con ese desafío de Jesús,
de ser parte de nuestra vida personal,
de introducirse en la vida de cada humano
para construir una historia con sentido.
Con discernimiento.
Con libertad.
Con pasión.
Esa historia de la Biblia
y especialmente la historia de Jesús,
tiene asombrosas conexiones interpretativas con las del Museo de White.
Allí está la cocina a leña, símbolo de la importancia de la comida.
Dominicalmente se degusta sabores de distintas comidas.
El comer, como el rito que nos introduce en la historia humana
que es una red de múltiples puntas.
Recordemos que una de las celebraciones importantes de la iglesia cristiana
es una comida.
Comer el pan y tomar el vino.
Se lo conoce como la Eucaristía,
un término técnico, medio abstracto.
También con una expresión más humana:
la Cena,
o la conmemoración de la Última Cena.
En la Iglesia Metodista la celebramos domingo a domingo
comiendo un trozo de pan y bebiendo la copa de vino.
Los dos elementos están presentes
y comen y beben todos y todas.
Sin exclusión,
porque la historia que representa ese acto es la historia de todos y todas.
Celebramos que en el Museo de White se explaye esa forma de ver la historia
porque la Iglesia Metodista de la calle Belgrano al 300,
en Bahía Blanca
no es una Iglesia museo de cosas antiguas sin sentido,
sino una Iglesia de viviente historia del presente
con recuerdos del complicado pasado para iluminar las complejidades de hoy.
Por eso es que te invitamos
a que Pensemos Juntos la Vida.
Anibal Sicardi
Corrección: Rubén Ash
27 de agosto de 2009
jueves, 20 de agosto de 2009
Editorial 14
Posta del día.
"Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños.
De examinar con atención la vida real,
de confrontar nuestra observación con nuestros sueños,
y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía."
Lenin, seudónimo de Vladímir Ilich Uliánov.
Traer una cita de Lenin a un programa radial de una iglesia,
puede parecer una osadía…
pero no para este programa de la Iglesia Metodista
de la calle Belgrano al 300 de Bahía Blanca
que apuesta a que entre todos, Pensemos juntos la vida.
Es que soñar es una instancia cierta y motivadora
de la vida humana.
Sin ese apronte de visualizar lo que puede ser la vida,
la existencia se transforma en un aburrido subsistir.
Una murga uruguaya, Agarrate Catalina,
en su presentación del 2005
tomó como tema central Los Sueños.
Para ellos, los sueños son los que se “escapan del reloj”,
De la mecánica del tiempo ajustado,
y que como “Mágicas luces brillan en el corazón”
para invitar a la fiesta a “los que lloran”,
a “los que aprenden a callar”,
para que “Suelten como pájaros de fuego blanco,
las campanas de la libertad” de manera que
“Ruge en el teatro de los pobres/La profunda voz de la igualdad”
También cantan:
“Allí están los sueños imposibles/
Que envejecen de esperar/
Que al fin los vaya a soñar”
Y tiene razón la murga:
Los sueños están allí para que los soñemos.
Pero también para que los hagamos realidad.
Tenemos innumerables pruebas a nuestro alcance de que esto debe ser así:
Hoy, muchas personas somos beneficiarias de los sueños
de aquellos y aquellas que soñaron con el ejercicio de la libertad,
con leyes que impusieran las ocho horas laborales,
con francos semanales.
Que soñaron con sistemas de salud que alcancen a todos y todas.
Que se implantara la educación primaria obligatoria
y ahora también la secundaria.
Que se habilitara la Universidad para la mayoría
y no sólo para un pequeño sector de la ciudadanía.
Sin que los sueños se afincaran en la vida real,
en las necesidades humanas,
aún viviríamos en la opresión
o en la denigración laboral, sin el derecho al esparcimiento.
Por supuesto que queda mucho por hacer.
Es claro que todavía no hemos podido erradicar definitivamente
la esclavitud y el analfabetismo,
porque el mal vuelve una y mil veces para intentar someternos.
Pero también están los que regresan
de confrontar sus sueños con la realidad,
e intentan llevarlos a cabo,
arremangándose para luchar por un mundo cada vez mejor.
¿Quiénes?
¡Los hombres y las mujeres que no dejan de soñar!
Y siempre hay para soñar, como dice Agarrate Catalina.
Soñar también, como nos muestra la historia de personas
como Martin Luther King,
Que en aquel discurso de la histórica marcha sobre Washington,
el 28 de agosto de 1963,
pronunció ese impactante “Yo tengo sueños”
y entre otras cosas dijo:
“¡Hoy tengo un sueño!”
“Sueño que algún día los valles serán cumbres,
y las colinas y montañas serán llanos,
los sitios más escarpados serán nivelados
y los torcidos serán enderezados,
y la gloria de Dios será revelada,
y se unirá todo el género humano”
Si bien él logro la igualdad entre negros y blancos en muchos aspectos, y gracias a ello hoy Obama es Presidente de EEUU,
todavía está para cumplirse aquello de que:
“la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano”.
Este es un sueño que no hay que dejarlo envejecer,
que debe ser soñado por vos y por mí.
Arremangándonos para que sea realidad,
incluso en medio de grandes dificultades.
Sueño que debe ser concretado antes de que se convierta en pesadilla.
Y para quienes seguimos a Jesús el mensaje es claro,
ya que Él es un verdadero productor de sueños
que llama a los que están en el camino y en las calles
al banquete de la vida.
Apela a todos y todas a que vivan en la verdad,
en la libertad, en la vida con sentido.
En medio de una sociedad impregnada por lo material
Por lo inmediato,
Por el sálvese quien pueda…
Hoy te proponemos soñar…
Y concretar tus sueños
Y aceptar este desafío
de que entre todos…
Pensemos juntos la vida
Anibal Sicardi
Corrección Rubén Ash
20 de agosto de 2009
"Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños.
De examinar con atención la vida real,
de confrontar nuestra observación con nuestros sueños,
y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía."
Lenin, seudónimo de Vladímir Ilich Uliánov.
Traer una cita de Lenin a un programa radial de una iglesia,
puede parecer una osadía…
pero no para este programa de la Iglesia Metodista
de la calle Belgrano al 300 de Bahía Blanca
que apuesta a que entre todos, Pensemos juntos la vida.
Es que soñar es una instancia cierta y motivadora
de la vida humana.
Sin ese apronte de visualizar lo que puede ser la vida,
la existencia se transforma en un aburrido subsistir.
Una murga uruguaya, Agarrate Catalina,
en su presentación del 2005
tomó como tema central Los Sueños.
Para ellos, los sueños son los que se “escapan del reloj”,
De la mecánica del tiempo ajustado,
y que como “Mágicas luces brillan en el corazón”
para invitar a la fiesta a “los que lloran”,
a “los que aprenden a callar”,
para que “Suelten como pájaros de fuego blanco,
las campanas de la libertad” de manera que
“Ruge en el teatro de los pobres/La profunda voz de la igualdad”
También cantan:
“Allí están los sueños imposibles/
Que envejecen de esperar/
Que al fin los vaya a soñar”
Y tiene razón la murga:
Los sueños están allí para que los soñemos.
Pero también para que los hagamos realidad.
Tenemos innumerables pruebas a nuestro alcance de que esto debe ser así:
Hoy, muchas personas somos beneficiarias de los sueños
de aquellos y aquellas que soñaron con el ejercicio de la libertad,
con leyes que impusieran las ocho horas laborales,
con francos semanales.
Que soñaron con sistemas de salud que alcancen a todos y todas.
Que se implantara la educación primaria obligatoria
y ahora también la secundaria.
Que se habilitara la Universidad para la mayoría
y no sólo para un pequeño sector de la ciudadanía.
Sin que los sueños se afincaran en la vida real,
en las necesidades humanas,
aún viviríamos en la opresión
o en la denigración laboral, sin el derecho al esparcimiento.
Por supuesto que queda mucho por hacer.
Es claro que todavía no hemos podido erradicar definitivamente
la esclavitud y el analfabetismo,
porque el mal vuelve una y mil veces para intentar someternos.
Pero también están los que regresan
de confrontar sus sueños con la realidad,
e intentan llevarlos a cabo,
arremangándose para luchar por un mundo cada vez mejor.
¿Quiénes?
¡Los hombres y las mujeres que no dejan de soñar!
Y siempre hay para soñar, como dice Agarrate Catalina.
Soñar también, como nos muestra la historia de personas
como Martin Luther King,
Que en aquel discurso de la histórica marcha sobre Washington,
el 28 de agosto de 1963,
pronunció ese impactante “Yo tengo sueños”
y entre otras cosas dijo:
“¡Hoy tengo un sueño!”
“Sueño que algún día los valles serán cumbres,
y las colinas y montañas serán llanos,
los sitios más escarpados serán nivelados
y los torcidos serán enderezados,
y la gloria de Dios será revelada,
y se unirá todo el género humano”
Si bien él logro la igualdad entre negros y blancos en muchos aspectos, y gracias a ello hoy Obama es Presidente de EEUU,
todavía está para cumplirse aquello de que:
“la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano”.
Este es un sueño que no hay que dejarlo envejecer,
que debe ser soñado por vos y por mí.
Arremangándonos para que sea realidad,
incluso en medio de grandes dificultades.
Sueño que debe ser concretado antes de que se convierta en pesadilla.
Y para quienes seguimos a Jesús el mensaje es claro,
ya que Él es un verdadero productor de sueños
que llama a los que están en el camino y en las calles
al banquete de la vida.
Apela a todos y todas a que vivan en la verdad,
en la libertad, en la vida con sentido.
En medio de una sociedad impregnada por lo material
Por lo inmediato,
Por el sálvese quien pueda…
Hoy te proponemos soñar…
Y concretar tus sueños
Y aceptar este desafío
de que entre todos…
Pensemos juntos la vida
Anibal Sicardi
Corrección Rubén Ash
20 de agosto de 2009
Letra: Alas de Colibrí
Interprete: Silvio Rodríguez (Domínguez, 1996)
Hoy me propongo fundar un partido de sueños,
talleres donde reparar alas de colibríes.
Se admiten tarados, enfermos, gordos sin amor,
tullidos, enanos, vampiros y días sin sol.
Hoy quiero patrocinar el candor desahuciado,
esa crítica masa de Dios que no es pos ni moderna.
Se admiten proscritos, rabiosos, pueblos sin hogar,
desaparecidos, deudores del Banco Mundial.
Por una calle
descascarada,
por una mano
bien apretada.
Hoy voy a hacer asamblea de flores marchitas,
de deshechos de fiesta infantil, de piñatas usadas,
de sombras en pena –del reino de lo natural-
que otorgan licencia a cualquier artefacto de amar.
Por el levante,
por el poniente,
por un deseo,
por la simiente,
Por tanta noche,
por el sol diario,
en compañía
y en solitario.
Ala de colibrí
liviana y pura
Ala de colibrí
para la cura.
Hoy me propongo fundar un partido de sueños,
talleres donde reparar alas de colibríes.
Se admiten tarados, enfermos, gordos sin amor,
tullidos, enanos, vampiros y días sin sol.
Hoy quiero patrocinar el candor desahuciado,
esa crítica masa de Dios que no es pos ni moderna.
Se admiten proscritos, rabiosos, pueblos sin hogar,
desaparecidos, deudores del Banco Mundial.
Por una calle
descascarada,
por una mano
bien apretada.
Hoy voy a hacer asamblea de flores marchitas,
de deshechos de fiesta infantil, de piñatas usadas,
de sombras en pena –del reino de lo natural-
que otorgan licencia a cualquier artefacto de amar.
Por el levante,
por el poniente,
por un deseo,
por la simiente,
Por tanta noche,
por el sol diario,
en compañía
y en solitario.
Ala de colibrí
liviana y pura
Ala de colibrí
para la cura.
Preguntas de las Canciones (20/08/09)
COMENTARIOS Y PREGUNTAS SOBRE
“ALAS DE COLIBRI” – SILVIO RODRIGUEZ
Admitir
tarados
enfermos
gordos sin amor!
tullidos
enanos
días sin sol
vampiros
proscritos
rabiosos
pueblos sin hogar
desaparecidos
deudores del Banco Mundial
· ¿Qué tiene que ver esto con la propuesta de Jesús?
· ¿Cómo se vive con estos valores en un mundo competitivo?
· ¿No es una invitación a apostar por la derrota?
· ¿Y la autoestima?
· “Por el levante, por el poniente…” ¿significa que esta propuesta tiene vigencia permanente?
· “Por una mano bien apretada”. ¿Es la mía? ¿O es que llevo a alguien de la mano?
· “En compañía y en solitario” “Fundar un partido de sueños” “Talleres” ¿Significa que la propuesta es en plural?
· “Liviana y pura, para la cura” ¿La cura viene de lo imperceptible?
BAHIA BLANCA, 20 de agosto de 2009
PENSEMOS JUNTOS LA VIDA
Programa de radio de la
IGLESIA EVANGELICA METODISTA CENTRAL
FM de la Calle - 88.1
www.radioiema.blogspot.com
“ALAS DE COLIBRI” – SILVIO RODRIGUEZ
Admitir
tarados
enfermos
gordos sin amor!
tullidos
enanos
días sin sol
vampiros
proscritos
rabiosos
pueblos sin hogar
desaparecidos
deudores del Banco Mundial
· ¿Qué tiene que ver esto con la propuesta de Jesús?
· ¿Cómo se vive con estos valores en un mundo competitivo?
· ¿No es una invitación a apostar por la derrota?
· ¿Y la autoestima?
· “Por el levante, por el poniente…” ¿significa que esta propuesta tiene vigencia permanente?
· “Por una mano bien apretada”. ¿Es la mía? ¿O es que llevo a alguien de la mano?
· “En compañía y en solitario” “Fundar un partido de sueños” “Talleres” ¿Significa que la propuesta es en plural?
· “Liviana y pura, para la cura” ¿La cura viene de lo imperceptible?
BAHIA BLANCA, 20 de agosto de 2009
PENSEMOS JUNTOS LA VIDA
Programa de radio de la
IGLESIA EVANGELICA METODISTA CENTRAL
FM de la Calle - 88.1
www.radioiema.blogspot.com
jueves, 13 de agosto de 2009
Letra: Los Oportunistas
Interprete: Las pastillas del abuelo
Estas operando mal
y todo el mundo lo nota
tu pulso esta en tiempo lento
de un cuenta gota
Estas apelando mal
seguis sumando falacias
y a tu cliente le facilitas la desgracia
Unas cuantas leyes de marfil
te siguen por doquier
y ahora soñas con bruejrias, gatos negros
que te quieren moder
Son los oportunistas de la desesperanza
mientras mas le das, menos les alcanza
jugan con un fuego que a ellos no les quema
y de repente tu entusiasmo tiene precio
Estas afinando mal
no aguanta mas la garganta
te finje la narinje
y no sale bien el sosten
Sos el mejor arquitecto
con un grandisimo disco duro
no sale un puto laburo, buen nadie es perfecto
Vas por la vida con vasos de agua
incencio salvador
controla tu vida una bola de cristal
pero igual, te hace sentir mejor
Son los oportunistas de la desesperanza
mientras mas le das, menos les alcanza
y jugan con un fuego que a ellos no les quema
y de repente tu entusiasmo tiene precio
Adornan tu suerte con velas
un aipé va a ganar
pero esa carta ya esta marcada
bien de entrada, cuando te venga a dar
Porque son los oportunistas de la desesperanza
mientras mas le das, menos les alcanza
y jugan con un fuego que a ellos no les quema
y de repente tu entusiasmo tiene precio.
Fuente: musica.com
Las Pastillas Del Abuelo
Estas operando mal
y todo el mundo lo nota
tu pulso esta en tiempo lento
de un cuenta gota
Estas apelando mal
seguis sumando falacias
y a tu cliente le facilitas la desgracia
Unas cuantas leyes de marfil
te siguen por doquier
y ahora soñas con bruejrias, gatos negros
que te quieren moder
Son los oportunistas de la desesperanza
mientras mas le das, menos les alcanza
jugan con un fuego que a ellos no les quema
y de repente tu entusiasmo tiene precio
Estas afinando mal
no aguanta mas la garganta
te finje la narinje
y no sale bien el sosten
Sos el mejor arquitecto
con un grandisimo disco duro
no sale un puto laburo, buen nadie es perfecto
Vas por la vida con vasos de agua
incencio salvador
controla tu vida una bola de cristal
pero igual, te hace sentir mejor
Son los oportunistas de la desesperanza
mientras mas le das, menos les alcanza
y jugan con un fuego que a ellos no les quema
y de repente tu entusiasmo tiene precio
Adornan tu suerte con velas
un aipé va a ganar
pero esa carta ya esta marcada
bien de entrada, cuando te venga a dar
Porque son los oportunistas de la desesperanza
mientras mas le das, menos les alcanza
y jugan con un fuego que a ellos no les quema
y de repente tu entusiasmo tiene precio.
Fuente: musica.com
Las Pastillas Del Abuelo
Editorial 13
El drama de no poder reconocerse.
Doña Clara vivía en un Hospedaje para Personas Mayores.
Había tenido una vida muy activa, con mucha participación en distintas actividades de bien para la sociedad.
Un grupo de sus amigas la visitaba regularmente.
Entre ellas habían acordado que, en cada visita, le llevarían caramelos o bombones porque a Clara le gustaban mucho.
Comentaban siempre, lo puntillosa que era con esos regalos.
Los recibía, daba las gracias muy sentida, y los guardaba en los bolsillos de sus primorosos vestidos, los que siempre renovaba al recibir a sus queridas compañeras.
Un día, luego de la visita, dos mujeres del personal se acercaron a las amigas de Clara para conversar con ellas.
Les pidieron que no trajeran más caramelos ni bombones.
Ellas preguntaron: “¿Por qué, si a Clara les encantan?”
“Lo sabemos bien”, aclararon.
“Si”, -dijeron las cuidadoras-, “es cierto, y Clara es muy amorosa. Pero quizás Uds. no sepan que ella los guarda”.
“Sí que lo sabemos”, -contestaron al unísono las amigas-, “los coloca en los bolsillos de sus vestidos. Es gentil, educada, no los come delante de nosotras”.
“Justamente, ese es el problema: ¡los come durante la noche!”,
-explicaron las amorosas cuidadoras-, y agregaron:
“Luego de que se van ustedes, los guarda en una caja
y espera a que todas sus compañeras se duerman.
Inmediatamente después los busca y comienza a sacar los papeles conque están envueltos para comérselos. Hace tanto ruido, que no deja dormir a sus compañeras”.
“¿Y si le traen alguna otra cosa que no esté envuelta en papel?”
Más tarde, al conversar entre ellas sobre este asunto de los papeles y de las conductas de Clara propias de su enfermedad, sus amigas recordaron lo que ocurría cada vez que la hija de la señora visitaba a su mamá. Ésta le preguntaba por sus nietitas, a quienes equivocadamente, su hija no quería llevar a la Casa de Hospedaje a visitar a la abuela.
Tras la pregunta, agregaba:
“Cuando estaba en la otra casa, sí que las traías”.
Doña Clara tenía el mal de Alzheimer.
Se olvidaba de algunas cosas, recordaba otras.
Entre ellas algunas costumbres no muy santas,
como la de molestar a otras personas.
Es que el Alzheimer, junto con el deterioro mental,
suele dejar incólumes algunos malos hábitos de las personas.
¿Nunca se preguntó si algunos dirigentes políticos
no padecen este mal?
Hay datos para sospechar que esto es así o muy parecido.
Podríamos llamarlos alzheímicos.
Al alcanzan el poder se olvidan de lo que dijeron en las campañas electorales cuando prometían lo mejor para la población.
Hacen alianzas con otros, de los que, durante el proceso pre-eleccionario, dijeron de todo… Nada bueno, claro está.
Dejan de caminar los barrios.
¿Conversar con la gente? Ni soñar. Ahora están ocupados.
Andaban en mangas de camisa pero ahora se los ve
siempre con el saco y la corbata.
Dejan de sacarse fotos con Don Manuel y Doña Manuela,
para posar con el Presidente tal o la Ministra cual o el Deportista que ganó determinado campeonato.
Dejan de hablar sobre las necesidades de los demás
para pensar sólo en las de ellos.
Cuando protestamos por alguna medida,
nos dicen que no sabemos ni entendemos nada de nada,
cuando antes ponderaban nuestra sabiduría,
y que para eso están ellos y ellas que son los especialistas.
Además nos enrostran, ¡“Si Uds, nos votaron”!
Es cierto que su forma de presentarse, en apariencia,
no es la de los que padecen el mal de Alzheimer.
Parecen sanos. Como cualquiera de nosotros o nosotras.
Sin embargo, recordemos que nadie está exento,
Que las apariencias engañan.
Es una característica de la enfermedad.
No es oro todo lo que reluce.
Por otra parte nos hemos acostumbrados a esa puesta en escena.
Participamos de sus mentiras como si fueran verdades.
Hacen ruidos con los envoltorios de sus caros placeres,
Y nos los muestran por televisión,
Luego no podemos dormir por el ruido de los papeles,
y pensando en como pagar el gas, la luz, el agua…
Hace rato dejamos de lado el sueño de la renovación de la ropa.
Y si algunos nos alertan para que no les demos más caramelos ni bombones, los acusamos de resentidos.
Creemos categóricamente que esa es o debe ser
la realidad de la vida.
Que lo fue en el pasado y lo será en el futuro.
¡Es el sistema!, decimos…
¿Qué sistema? ¿El del Alzheimer?
De tanto vivir con los alzheímicos,
Parecemos habernos transformado en uno más de ellos.
Apelando al lunfardo, podríamos decir que
Jesús fue un tipo muy “avistado” o “avispado”.
Se le registran pocos discursos y mas bien breves.
Le gustaba apelar a las imágenes. A Parábolas.
Utilizar asuntos de la vida diaria para ejemplificar sus enseñanzas.
Cuenta La Biblia que un día, caminando con sus amigos,
se toparon con un grupo de religiosos que, en plena calle,
oraban en voz muy alta para hacer notar que eran muy piadosos.
Jesús los ve y dirigiéndose a sus amigos, les dice:
“No sean como ellos”.
Algo así como: “Ni se les ocurra imitarlos”
La advertencia era tanto por la exterioridad: mandarse la parte,
como por la interioridad: ser alzheímicos.
Es que una cosa es que nos alcance el mal del Alzheimer, deterioro de las células del cerebro, una cuestión biológica, y otra cosa es el Alzheimer del espíritu, de la interioridad de la vida.
Para el mal biológico se está buscando una cura. Seguramente que se encontrará. Está en manos de los científicos.
Para el mal del espíritu la cura está en nosotros mismos, en vos y en mí. Reconocer este estado en cada uno y en cada una.
De parte nuestra, de la Iglesia Metodista,
la propuesta es acercarse a Jesús.
Aquel que le sacó la careta a los alzheímicos, el que quiere renovar nuestras vidas y apuesta a un mundo distinto.
Tal vez no lo creas o lo dudes,
tal vez tengas otra opinión…
bueno, por eso te proponemos que…
Pensemos juntos la vida.
Anibal Sicardi
Corrección Rubén Ash
Jueves 13 de agosto de 2009.
Doña Clara vivía en un Hospedaje para Personas Mayores.
Había tenido una vida muy activa, con mucha participación en distintas actividades de bien para la sociedad.
Un grupo de sus amigas la visitaba regularmente.
Entre ellas habían acordado que, en cada visita, le llevarían caramelos o bombones porque a Clara le gustaban mucho.
Comentaban siempre, lo puntillosa que era con esos regalos.
Los recibía, daba las gracias muy sentida, y los guardaba en los bolsillos de sus primorosos vestidos, los que siempre renovaba al recibir a sus queridas compañeras.
Un día, luego de la visita, dos mujeres del personal se acercaron a las amigas de Clara para conversar con ellas.
Les pidieron que no trajeran más caramelos ni bombones.
Ellas preguntaron: “¿Por qué, si a Clara les encantan?”
“Lo sabemos bien”, aclararon.
“Si”, -dijeron las cuidadoras-, “es cierto, y Clara es muy amorosa. Pero quizás Uds. no sepan que ella los guarda”.
“Sí que lo sabemos”, -contestaron al unísono las amigas-, “los coloca en los bolsillos de sus vestidos. Es gentil, educada, no los come delante de nosotras”.
“Justamente, ese es el problema: ¡los come durante la noche!”,
-explicaron las amorosas cuidadoras-, y agregaron:
“Luego de que se van ustedes, los guarda en una caja
y espera a que todas sus compañeras se duerman.
Inmediatamente después los busca y comienza a sacar los papeles conque están envueltos para comérselos. Hace tanto ruido, que no deja dormir a sus compañeras”.
“¿Y si le traen alguna otra cosa que no esté envuelta en papel?”
Más tarde, al conversar entre ellas sobre este asunto de los papeles y de las conductas de Clara propias de su enfermedad, sus amigas recordaron lo que ocurría cada vez que la hija de la señora visitaba a su mamá. Ésta le preguntaba por sus nietitas, a quienes equivocadamente, su hija no quería llevar a la Casa de Hospedaje a visitar a la abuela.
Tras la pregunta, agregaba:
“Cuando estaba en la otra casa, sí que las traías”.
Doña Clara tenía el mal de Alzheimer.
Se olvidaba de algunas cosas, recordaba otras.
Entre ellas algunas costumbres no muy santas,
como la de molestar a otras personas.
Es que el Alzheimer, junto con el deterioro mental,
suele dejar incólumes algunos malos hábitos de las personas.
¿Nunca se preguntó si algunos dirigentes políticos
no padecen este mal?
Hay datos para sospechar que esto es así o muy parecido.
Podríamos llamarlos alzheímicos.
Al alcanzan el poder se olvidan de lo que dijeron en las campañas electorales cuando prometían lo mejor para la población.
Hacen alianzas con otros, de los que, durante el proceso pre-eleccionario, dijeron de todo… Nada bueno, claro está.
Dejan de caminar los barrios.
¿Conversar con la gente? Ni soñar. Ahora están ocupados.
Andaban en mangas de camisa pero ahora se los ve
siempre con el saco y la corbata.
Dejan de sacarse fotos con Don Manuel y Doña Manuela,
para posar con el Presidente tal o la Ministra cual o el Deportista que ganó determinado campeonato.
Dejan de hablar sobre las necesidades de los demás
para pensar sólo en las de ellos.
Cuando protestamos por alguna medida,
nos dicen que no sabemos ni entendemos nada de nada,
cuando antes ponderaban nuestra sabiduría,
y que para eso están ellos y ellas que son los especialistas.
Además nos enrostran, ¡“Si Uds, nos votaron”!
Es cierto que su forma de presentarse, en apariencia,
no es la de los que padecen el mal de Alzheimer.
Parecen sanos. Como cualquiera de nosotros o nosotras.
Sin embargo, recordemos que nadie está exento,
Que las apariencias engañan.
Es una característica de la enfermedad.
No es oro todo lo que reluce.
Por otra parte nos hemos acostumbrados a esa puesta en escena.
Participamos de sus mentiras como si fueran verdades.
Hacen ruidos con los envoltorios de sus caros placeres,
Y nos los muestran por televisión,
Luego no podemos dormir por el ruido de los papeles,
y pensando en como pagar el gas, la luz, el agua…
Hace rato dejamos de lado el sueño de la renovación de la ropa.
Y si algunos nos alertan para que no les demos más caramelos ni bombones, los acusamos de resentidos.
Creemos categóricamente que esa es o debe ser
la realidad de la vida.
Que lo fue en el pasado y lo será en el futuro.
¡Es el sistema!, decimos…
¿Qué sistema? ¿El del Alzheimer?
De tanto vivir con los alzheímicos,
Parecemos habernos transformado en uno más de ellos.
Apelando al lunfardo, podríamos decir que
Jesús fue un tipo muy “avistado” o “avispado”.
Se le registran pocos discursos y mas bien breves.
Le gustaba apelar a las imágenes. A Parábolas.
Utilizar asuntos de la vida diaria para ejemplificar sus enseñanzas.
Cuenta La Biblia que un día, caminando con sus amigos,
se toparon con un grupo de religiosos que, en plena calle,
oraban en voz muy alta para hacer notar que eran muy piadosos.
Jesús los ve y dirigiéndose a sus amigos, les dice:
“No sean como ellos”.
Algo así como: “Ni se les ocurra imitarlos”
La advertencia era tanto por la exterioridad: mandarse la parte,
como por la interioridad: ser alzheímicos.
Es que una cosa es que nos alcance el mal del Alzheimer, deterioro de las células del cerebro, una cuestión biológica, y otra cosa es el Alzheimer del espíritu, de la interioridad de la vida.
Para el mal biológico se está buscando una cura. Seguramente que se encontrará. Está en manos de los científicos.
Para el mal del espíritu la cura está en nosotros mismos, en vos y en mí. Reconocer este estado en cada uno y en cada una.
De parte nuestra, de la Iglesia Metodista,
la propuesta es acercarse a Jesús.
Aquel que le sacó la careta a los alzheímicos, el que quiere renovar nuestras vidas y apuesta a un mundo distinto.
Tal vez no lo creas o lo dudes,
tal vez tengas otra opinión…
bueno, por eso te proponemos que…
Pensemos juntos la vida.
Anibal Sicardi
Corrección Rubén Ash
Jueves 13 de agosto de 2009.
jueves, 6 de agosto de 2009
Pregunta de las Canciones (06/08/09)
COMENTARIOS Y PREGUNTAS SOBRE
BIENAVENTURADOS – JOAN MANUEL SERRAT
· En la primer estrofa de la canción ya plantea la responsabilidad del ser humano frente a la vida. ¿Qué dice la Biblia sobre este tema? ¿O, como estamos en manos de Dios, debemos dejarnos llevar en la idea de que “el destino” ya está fijado de antemano? ¿Qué es más fácil?
· A primera vista, habría 2 grupos de personas:
Grupo A: los necios que dan consejos,
los dueños del poder y la gloria
los que alcanzan la cima
los que presumen de sus redaños (redaño: fuerzas, brío, valor)
los que contrajeron deudas
Se podría decir que están en una condición de superioridad respecto de las demás personas. Sin embargo, no se encuentran en situación de ver enriquecida su vida (“en cada alegría hay una amargura”):
“serán sabios a costa de los errores ajenos”,
“irán cuesta abajo el resto del camino”,
“tendrán ocasiones para demostrarlo”,
“de ellos es el reino de los ciegos”.
Grupo B: los pobres
los que catan el fracaso
los castos
los que aman
los que están en el fondo del pozo
los que contrajeron deudas
Se encontrarían en situación desventajosa (“todo infortunio esconde alguna ventaja”), si medimos con la vara de la sociedad actual. Pero tienen posibilidad de
* crecer como persona (“de ahí en adelante sólo cabe ir mejorando”, tienen la ocasión de dejar de ser castos),
* de sentirse valorados (“no ha de quererles nadie por sus riquezas”, “reconocerán a sus amigos”),
* de amar (“tienen a su alcance … un gran romance”).
Los adictos a emociones fuertes podrían estar incluidos en cualquiera de los 2 grupos.
Esta clasificación que hemos elegido hacer ¿tiene algo que ver con la visión que la Biblia nos da sobre la vida?
¿De qué manera es protagonista de la vida cada persona?
· En una estrofa intermedia dice:
“a pesar de lo alto que nos coloquen el listón, hay que brincar con la intención de ser felices”
Este pensamiento ¿es compatible con la vida cristiana? ¿Dios nos quiere felices? ¿Qué enseñó Jesús sobre la vida abundante?
BIENAVENTURADOS – JOAN MANUEL SERRAT
· En la primer estrofa de la canción ya plantea la responsabilidad del ser humano frente a la vida. ¿Qué dice la Biblia sobre este tema? ¿O, como estamos en manos de Dios, debemos dejarnos llevar en la idea de que “el destino” ya está fijado de antemano? ¿Qué es más fácil?
· A primera vista, habría 2 grupos de personas:
Grupo A: los necios que dan consejos,
los dueños del poder y la gloria
los que alcanzan la cima
los que presumen de sus redaños (redaño: fuerzas, brío, valor)
los que contrajeron deudas
Se podría decir que están en una condición de superioridad respecto de las demás personas. Sin embargo, no se encuentran en situación de ver enriquecida su vida (“en cada alegría hay una amargura”):
“serán sabios a costa de los errores ajenos”,
“irán cuesta abajo el resto del camino”,
“tendrán ocasiones para demostrarlo”,
“de ellos es el reino de los ciegos”.
Grupo B: los pobres
los que catan el fracaso
los castos
los que aman
los que están en el fondo del pozo
los que contrajeron deudas
Se encontrarían en situación desventajosa (“todo infortunio esconde alguna ventaja”), si medimos con la vara de la sociedad actual. Pero tienen posibilidad de
* crecer como persona (“de ahí en adelante sólo cabe ir mejorando”, tienen la ocasión de dejar de ser castos),
* de sentirse valorados (“no ha de quererles nadie por sus riquezas”, “reconocerán a sus amigos”),
* de amar (“tienen a su alcance … un gran romance”).
Los adictos a emociones fuertes podrían estar incluidos en cualquiera de los 2 grupos.
Esta clasificación que hemos elegido hacer ¿tiene algo que ver con la visión que la Biblia nos da sobre la vida?
¿De qué manera es protagonista de la vida cada persona?
· En una estrofa intermedia dice:
“a pesar de lo alto que nos coloquen el listón, hay que brincar con la intención de ser felices”
Este pensamiento ¿es compatible con la vida cristiana? ¿Dios nos quiere felices? ¿Qué enseñó Jesús sobre la vida abundante?
Editorial 12
La decisión fue la clave.
En ese libro maravilloso que es La Biblia,
podemos observar que en la historia del pueblo de Israel
hay muchos relatos apasionantes, con acontecimientos plenos de emoción, dignos de ser tenidos en cuenta.
Uno de ellos, es cuando los judíos se liberan de la esclavitud en Egipto y se lanzan por el camino hacia lo que llamaban:
La Tierra Prometida.
Cuenta el relato, que ya avanzados en el camino,
se quedan sin alimentos.
Comienzan las murmuraciones contra Moisés y Aaron,
los líderes de la liberación.
Luego el reclamo directo.
Protestan y acusan: “¿por qué nos sacaron de Egipto
para traernos hasta aquí a morirnos de hambre?”.
El argumento del reclamo fue:
“Mejor estábamos en Egipto. Allí teníamos para comer”
Interesantísima la forma de reducir el pasado.
Recuerdan el dato de la comida.
Algo seguro que contrasta con la inseguridad del presente.
Lo demás, todo lo que conlleva la esclavitud, desaparece.
No se registra.
Quedan desalojados los pensamientos liberadores y de discernimiento, tales como valorar si convenía soportar
los sufrimientos de la esclavitud a cambio de un plato de comida.
Esa posibilidad, la de pensar ese punto queda detenida.
No surge, porque el problema,- la falta de comida -,
absorbe la totalidad del cuerpo y la mente, incluida la interioridad.
Para solucionarlo, proponen la vuelta a Egipto.
Retornar al pasado de la esclavitud.
En este pasaje bíblico del libro del Éxodo, capítulo 16,
se detalla la forma en que Moisés toma estas críticas.
Primero aclara bien, que no se la tienen que agarrar con ellos, los líderes, porque todos salieron convencidos de que era Dios quien pedía que se fueran de Egipto.
Clarificación imprescindible para poder distinguir el problema y la posible solución.
En segundo lugar, Moisés anuncia al pueblo, que podrán comprobar la gloria de Dios, pues Él les proporcionará comida.
El relato prosigue con el descubrimiento por la tarde de un manto de codornices y luego por la mañana el surgimiento del “Maná”, una especie de buen alimento desconocido hasta ese momento. Uno, el Maná, alimento mañanero. Las codornices, del atardecer.
Se puede discutir si esto fue un acto sobrenatural de Dios o fue producto de la naturaleza, pero no es el propósito enredarnos en tales deliberaciones, sino destacar que:
Cualquiera sea la interpretación, el hecho ocurrió.
Moisés y el pueblo de Israel pudieron hallar los alimentos y favorecerse, porque habían tomado la decisión de seguir adelante.
Si se hubiesen quedado en ese lugar o hubieran vuelto hacia Egipto, no habrían visto ni el Maná, ni las codornices.
El decidir continuar el camino, les abrió esa posibilidad.
Tomar distancia del problema y examinar lo que debía hacerse,
fue el acierto del liderazgo de Moisés.
En este caso Moisés conjugó bien el pasado con el presente,
y oteo el futuro con certeza.
Dios había pedido que se liberaran y se fueran de Egipto
hacia el objetivo de la Tierra Prometida.
Si así lo hacían, Él los cuidaría hasta llegar a ese lugar.
Por lo tanto, lo que cabía era seguir,
con fe en que Dios daría alguna respuesta. Así fue.
La clave, fue la decisión de seguir adelante.
Un hecho similar encontramos en el relato bíblico que cuenta cuando el pueblo de Israel llega a la Tierra Prometida bajo el liderazgo de Josué, quien tomó el mando luego de la muerte de Moisés.
Dios promete que habitarán esa tierra de abundante producción,
y que Él los acompañará, pero es firme en su pedido a Josué,
casi como una exigencia: “Esfuérzate y se valiente”.
Si no hubiera habido decisión por tanto parte de Josué como del pueblo, los hechos no hubieran acontecido.
Optaron por entrar, ser fuertes y valientes, y obtuvieron los resultados que buscaban.
Otra vez la actitud fue el secreto del éxito.
Ambos acontecimientos nos invitan a reflexionar sobre las actitudes engañosas del interior humano.
No esperemos ser favorecidos si nos quedamos aprisionados
por falsas interpretaciones del pasado.
Atados a actitudes esclavizantes.
Sin memoria.
En la pseudo comodidad de una vida a medias.
Hay que decidirse por el cambio.
Aquel que nos permite vivir con plenitud.
Elijamos aprovechar la oportunidad.
Pensemos juntos la vida.+
Anibal Sicardi
Correcciones Rubén Ash
06 de agosto de 2009
En ese libro maravilloso que es La Biblia,
podemos observar que en la historia del pueblo de Israel
hay muchos relatos apasionantes, con acontecimientos plenos de emoción, dignos de ser tenidos en cuenta.
Uno de ellos, es cuando los judíos se liberan de la esclavitud en Egipto y se lanzan por el camino hacia lo que llamaban:
La Tierra Prometida.
Cuenta el relato, que ya avanzados en el camino,
se quedan sin alimentos.
Comienzan las murmuraciones contra Moisés y Aaron,
los líderes de la liberación.
Luego el reclamo directo.
Protestan y acusan: “¿por qué nos sacaron de Egipto
para traernos hasta aquí a morirnos de hambre?”.
El argumento del reclamo fue:
“Mejor estábamos en Egipto. Allí teníamos para comer”
Interesantísima la forma de reducir el pasado.
Recuerdan el dato de la comida.
Algo seguro que contrasta con la inseguridad del presente.
Lo demás, todo lo que conlleva la esclavitud, desaparece.
No se registra.
Quedan desalojados los pensamientos liberadores y de discernimiento, tales como valorar si convenía soportar
los sufrimientos de la esclavitud a cambio de un plato de comida.
Esa posibilidad, la de pensar ese punto queda detenida.
No surge, porque el problema,- la falta de comida -,
absorbe la totalidad del cuerpo y la mente, incluida la interioridad.
Para solucionarlo, proponen la vuelta a Egipto.
Retornar al pasado de la esclavitud.
En este pasaje bíblico del libro del Éxodo, capítulo 16,
se detalla la forma en que Moisés toma estas críticas.
Primero aclara bien, que no se la tienen que agarrar con ellos, los líderes, porque todos salieron convencidos de que era Dios quien pedía que se fueran de Egipto.
Clarificación imprescindible para poder distinguir el problema y la posible solución.
En segundo lugar, Moisés anuncia al pueblo, que podrán comprobar la gloria de Dios, pues Él les proporcionará comida.
El relato prosigue con el descubrimiento por la tarde de un manto de codornices y luego por la mañana el surgimiento del “Maná”, una especie de buen alimento desconocido hasta ese momento. Uno, el Maná, alimento mañanero. Las codornices, del atardecer.
Se puede discutir si esto fue un acto sobrenatural de Dios o fue producto de la naturaleza, pero no es el propósito enredarnos en tales deliberaciones, sino destacar que:
Cualquiera sea la interpretación, el hecho ocurrió.
Moisés y el pueblo de Israel pudieron hallar los alimentos y favorecerse, porque habían tomado la decisión de seguir adelante.
Si se hubiesen quedado en ese lugar o hubieran vuelto hacia Egipto, no habrían visto ni el Maná, ni las codornices.
El decidir continuar el camino, les abrió esa posibilidad.
Tomar distancia del problema y examinar lo que debía hacerse,
fue el acierto del liderazgo de Moisés.
En este caso Moisés conjugó bien el pasado con el presente,
y oteo el futuro con certeza.
Dios había pedido que se liberaran y se fueran de Egipto
hacia el objetivo de la Tierra Prometida.
Si así lo hacían, Él los cuidaría hasta llegar a ese lugar.
Por lo tanto, lo que cabía era seguir,
con fe en que Dios daría alguna respuesta. Así fue.
La clave, fue la decisión de seguir adelante.
Un hecho similar encontramos en el relato bíblico que cuenta cuando el pueblo de Israel llega a la Tierra Prometida bajo el liderazgo de Josué, quien tomó el mando luego de la muerte de Moisés.
Dios promete que habitarán esa tierra de abundante producción,
y que Él los acompañará, pero es firme en su pedido a Josué,
casi como una exigencia: “Esfuérzate y se valiente”.
Si no hubiera habido decisión por tanto parte de Josué como del pueblo, los hechos no hubieran acontecido.
Optaron por entrar, ser fuertes y valientes, y obtuvieron los resultados que buscaban.
Otra vez la actitud fue el secreto del éxito.
Ambos acontecimientos nos invitan a reflexionar sobre las actitudes engañosas del interior humano.
No esperemos ser favorecidos si nos quedamos aprisionados
por falsas interpretaciones del pasado.
Atados a actitudes esclavizantes.
Sin memoria.
En la pseudo comodidad de una vida a medias.
Hay que decidirse por el cambio.
Aquel que nos permite vivir con plenitud.
Elijamos aprovechar la oportunidad.
Pensemos juntos la vida.+
Anibal Sicardi
Correcciones Rubén Ash
06 de agosto de 2009
Letra de: Bienaventurados
Interprete: Joan Manuel Serrat
La vida te la dan
pero no te la regalan.
La vida se paga
por más que te pene.
Así ha sido desde que
Dios echó al hombre del Edén,
por confundirlo que está bien
con lo que le conviene.
Si a plazos o al contado
la vida pasa factura,
rebaña y apura
hasta las migajas.
Que si en cada alegría
hay una amargura,
todo infortunio esconde alguna ventaja.
Bienaventurados los necios
que se arriesgan a prestar consejos
porque serán sabios a costa
de los errores ajenos.
Bienaventurados los pobres
porque saben, con certeza,
que no ha de querer
les nadie por sus riquezas.
Bienaventurados los adictos a emociones fuertes
porque corren buenos tiempos para la gente marchosa.
Bienaventurados los dueños del poder y la gloria
porque pueden informarnos de qué va la cosa.
Bienaventurados los que alcanzan la cima
porque será cuesta abajo el resto del camino.
Bienaventurados los que catan el fracaso
porque reconocerán a sus amigos.
En cualquier circunstancia
por lastimosa que sea,
busca la manera
de comer perdices;
que a pesar de lo alto que
nos coloquen el listón,
hay que brincarcon la intención
de ser felices.
Bienaventurados los castos
porque tienen la gracia divina
y la ocasión de dejar de serlo
a la vuelta de la esquina.
Bienaventurados los que aman
porque tienen a su alcance
más de un cincuenta por ciento de un gran romance.
Bienaventurados los que están en el fondo del pozo
porque de ahí en adelante
sólo cabe ir mejorando.
Bienaventurados los que presumen de sus redaños
porque tendrán ocasiones
para demostrarlo.
Bienaventurados los que contrajeron deudas
porque alguna vez alguien hizo algo por ellos.
Bienaventurados los que lo tienen claro
porque de ellos es el reino de los ciegos.
La vida te la dan
pero no te la regalan.
La vida se paga
por más que te pene.
Así ha sido desde que
Dios echó al hombre del Edén,
por confundirlo que está bien
con lo que le conviene.
Si a plazos o al contado
la vida pasa factura,
rebaña y apura
hasta las migajas.
Que si en cada alegría
hay una amargura,
todo infortunio esconde alguna ventaja.
Bienaventurados los necios
que se arriesgan a prestar consejos
porque serán sabios a costa
de los errores ajenos.
Bienaventurados los pobres
porque saben, con certeza,
que no ha de querer
les nadie por sus riquezas.
Bienaventurados los adictos a emociones fuertes
porque corren buenos tiempos para la gente marchosa.
Bienaventurados los dueños del poder y la gloria
porque pueden informarnos de qué va la cosa.
Bienaventurados los que alcanzan la cima
porque será cuesta abajo el resto del camino.
Bienaventurados los que catan el fracaso
porque reconocerán a sus amigos.
En cualquier circunstancia
por lastimosa que sea,
busca la manera
de comer perdices;
que a pesar de lo alto que
nos coloquen el listón,
hay que brincarcon la intención
de ser felices.
Bienaventurados los castos
porque tienen la gracia divina
y la ocasión de dejar de serlo
a la vuelta de la esquina.
Bienaventurados los que aman
porque tienen a su alcance
más de un cincuenta por ciento de un gran romance.
Bienaventurados los que están en el fondo del pozo
porque de ahí en adelante
sólo cabe ir mejorando.
Bienaventurados los que presumen de sus redaños
porque tendrán ocasiones
para demostrarlo.
Bienaventurados los que contrajeron deudas
porque alguna vez alguien hizo algo por ellos.
Bienaventurados los que lo tienen claro
porque de ellos es el reino de los ciegos.
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